lunes, 13 de noviembre de 2017

                                                     ESTA NOCHE
                                                  
                                                       


Esta noche, quiero tenerte frente a mí, esta noche, necesito sentir tu voz, esta noche deseo escuchar tus pensamientos, esta noche quiero que sea, como aquellas noches que me mirabas y me decías. -Te amo… no me alcanzaban los brazos para apretarte, respirar tu aliento, darme cuenta que nada ni nadie nos separaría y tu amor, era incondicional y tan fuerte, que mi vida se enmarañaba en la tuya. Esta noche, tiene que ser como tantas noches donde te escuchaba decir.- Nunca me dejes, porque sin vos no sé qué haría… y yo, muy dulcemente, lleno de ternura y de sentimientos, mis labios llenaban de besos,  tu frente, tus mejillas, tus ojos y tu boca. Esta noche, pido ver tu figura, moviéndola de un lado a otro seduciendo mis deseos,  riendo con esa sonrisa tan juvenil diciéndome. - ¡A que no me agarras!… corríamos como adolescentes sin darnos cuenta que nos miraban, pero sentíamos que el amor jugaba entre nosotros. Esta noche, solicito que mi vida me regale ese sueño, que hoy estoy pidiendo en recordarte junto a mí. Y no quiero recordar cuando escuché de tí y de tu otro amor, decir que ya no me querías. No quiero de esta noche, que esa imagen, tomados de la mano y sin pensar el dolor que me causaban, resucite entre las tumbas de mis sentimientos, pero la realidad me golpea sin piedad y sin vergüenza.
Quiero que esta noche no me haga sentir lo que había vivido. El corazón galopeaba entre los escombros del dolor, aturdido y perdido por no entender, porque la vida, me ha dejado en un abrir y cerrar de ojos, el alma vacía y atormentada. Quiero que esta noche mis suspiros de  dolencia, me abracen como yo la he abrazado, cuando ella me decía que moriría si yo no estuviera. Quiero que esta noche mí respirar y mi llanto solo me alcance para gritar, cuanto la quiero y cuanto la extraño, para llorar sin llorar todo lo que mi ilusión en una alegría de amor, termina en suplicar a Dios, que esta noche ya no me interesa vivir.

              

                                       Orlando Mario Soverchia- YoAmor       
                                                      Los dos cuerpos desnudos…



Miré tu figura sin nada y tu mirada en mi cuerpo sin ropa, los ojos no sabían que reflejar. Las bocas entre abiertas y los labios mojados se mordían entre sí. Nos gustaba desearnos, tocarnos y no tocarnos, cada parte de mí, empezaba estar caliente y tú, temblando por tus deseos en sentirme. Nuestra respiración comenzó hacer más profunda y más sentida, los ojos brillosos comenzaban lagrimear, los suspiros eran el reflejo de nuestro estado y todo se borró a nuestro alrededor. Ya nada importaba que las ventanas estuviesen abiertas, la privacidad se quedó en el  apetito de nuestros cuerpos, jugamos con las puntas de nuestras dedos, el mío en tus pechos y los tuyos en mi cuerpo, cada instante se reflejaban en el cosquilleo que sentíamos, nos acercábamos hasta sentirnos piel con piel, los dedos no fueron suficiente y las manos llegaron a nuestra intención. Suave fueron las caricias, los poros se sentían rasposos, signo de goce y encanto, ya nada era distancia, solo dos cuerpos apretados, y revolcados en la lujuria por sentirnos abrazados y deseados. Tus manos llegaron a mis partes y tu boca quiso mi verga, todo era desenfreno de pasión y codicia, me pediste que te bese y mis labios, a tu vagina mojada y caliente. Los besos de los dos, nos hicieron vivir el encanto del goce, y sin darme cuenta, estabas de espalda  ante mí, diciéndome.- Soy tuya. Todo se volvió descontrol, tus nalgas eran el sostén de tu cuerpo parado convulsionado hacia adelante y atrás, me gritabas con exaltación que eras mía y sin pensar en nada más lo que  sentía, mis manos apretaron más aún tus pechos, mordí tu boca que me la ofrecías y juntos llegamos a la locura de un hermoso orgasmo de amor.



                                  Orlando Mario Soverchia- YoAmor