martes, 13 de diciembre de 2016



Está cayendo la tarde, el sol guiñó el ojo entre hojas que danzan a lo lejos, la brisa me acaricia muy suavemente y la nostalgia de unos días me abrazan, quise pensar que no es verdad, pero los sentimientos me retan por no querer. Todo ha vuelto, tus ojos, tus labios, tu boca, tu voz, tu cuerpo, pero mucho más fue el atropello, cuando mis oídos creyeron sentir diciendo...Te amo para toda la vida. Cuando te has ido sin pedir permiso y sin que nadie lo quiera, solo Dios lo pidió y sin creer que fuese realidad, me estoy dando cuenta que mi amor murió junto a ti.

Orlando Mario Soverchia- YoAmor 



 LO QUE PUEDO VER


La tarde me está acompañando, el sol y las nubes, juegan con su cielo, lo esconden y lo muestran, pero lo que si me dejan ver, recuerdos de juventud de adolescencia de amor, de sentimientos rotos, de lágrimas estúpidas por alguien que no merecía, de explicaciones risueñas y burlonas de lo inexplicable, de hipocresía perversa destruyendo ilusiones, de un todo morboso que hizo, caer miles de sueños. Por lo que ahora quisiera, que ya fuese noche, que esa oscuridad cobije mi tristeza, porque ella es la cómplice y compañera de muchas vergüenzas, porque no quiero sentirme desdichado con aquellos recuerdos, de saber que nada importé que el corazón aturdido y perdido seguía lo tonto de aquel vivir, donde lo único que tuve un amor truncado.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor