lunes, 4 de enero de 2016



UNAS HORAS DE AMOR

Una noche maravillosa, la palabra amor salió sola, la sentí, la respiré, la olí, la viví,
Al despedirte, las lágrimas ocuparon mis ojos, estaba dejando unas horas muy bonitas,
Que habitaron aquel lugar, no quería que te alejes, de mi lado, y celoso por entrar en tu casa y no la nuestra,
En aquel lecho realmente te amé, te disfruté, te quise, te deseé, y cada parte que acaricie de tu piel
Y cuerpo que besaba me hacía sentir especial y perdido en aquel aroma inconfundible del placer
Sabía que te alejarías y tal vez no te volvería  encontrar, pero te tuve en mis brazos, mis manos
Solo se movían sobre tu tostada forma contorneándose, y nada me detenía al sentir tus suspiros
Te besaba con tanto delicia, tanto encanto, tanta dulzura y el goce de tus labios mordían los míos.
Tu bella sonrisa, mostraban deseos, tus lágrimas, en tus ojos bonitos me hablaban de amor
Mire nuestros cuerpos entrelazados, tu mirada fija y llorosa, me hizo que te acompañe en aquella sensación
En esas horas que conviví a tu lado, me di cuenta que respiré amor, sentí que eras mía, que me pertenecía
Pero al instante que deje ese  tiempo admirable, me había dado cuenta que solo pude soñarte en mis ilusiones
Con la esperanza de que algún otro momento de nuestras vidas, toda esa hermosa noche nos volvamos a enamorar.

YoAmor



Cuando se ama de verdad, no hay distancia, no hay defectos, no hay imagen, solo el corazón mira a ese amor, los sentidos están marcados a fuego, los sentimientos están débiles; Cuando se ama de verdad no existe el orgullo ni rencores, no hay tiempo para pensar otras situaciones, no hay mirada que alcance para observar ese querer; Cuando se ama de verdad lo único que se siente es placer de escuchar, la vos de su ternura, las caricias de sus labios, el apretar de sus manos, y en solo esas tres formas tan simple, me doy cuenta que estoy enamorado:
 

YoAmor



EL LLANTO DE SU TARDE

El murmullo en la soledad, gritaba sin parar,
Los momentos reciclados, de aquellos días
Entorpecían la mirada fija del aquel hombre
Sus facciones, no decían nada, solo su lánguida expresión
Se entrecortaban entre el parpadear de aquel sufrir
Su alma extraviada en los momentos de amor
Sus sentidos enloquecían por no poder concebir
Todo era un solo pesar, un solo mirar, un solo sentir
La tarde lo acorraló, sin darse cuenta que nadie lo vio
El cielo sí lo miró, lo trato de acompañar en su dolor
Su cuerpo apoyado en su propia inconciencia,
Levantó su cabeza, sus ojos llorosos, por aquel amor
Se sentía solo y golpeado, la lluvia dejó mojar sus manos
La apretó sobre sus parpados y llego el llanto de su tarde.

YoAmor