jueves, 27 de octubre de 2016

CUANDO UN HOMBRE


Cuando un hombre llora es porque está vivo, porque tiene el corazón que late y siente,
porque está hecho de simpleza, de ingenuidad, de ternura, de compasión, de humildad.
Cuando un hombre llora es por grandeza, por amor, y nada de orgullo hay en él.
Llorar por amor es lo más hermoso del vivir, porque los sentimientos profundos.


Orlando Mario Soverchia- YoAmor
Eres mi sueño... pero te pensaré de día, te extrañare de tarde, pero no me prohíbas que te ame de noche.
no dejes de soñar un amor, con tu amor, con ese amor. 
Orlando Mario Soverchia- YoAmor





Cuando te conocí, todo me habías contado, y yo también, cuando te empecé a querer tu decías que también, cuando me dijiste que me amabas y sin pensarlo yo también, pero al tiempo, ya no te conocía, sentí que no me querías, tu vida no era la que dijiste, y tu amor lo habías vendido. Pero aún así, escucho tus mentiras del pasado, porque yo te quiero y te amo.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor      

Te borraría de mi mente, lo intenté muchas veces, pero cada vez que formateo mis sentimientos de ese amor por ti, el antivirus de tu belleza no me deja, entonces apago toda intención de hacerlo y sigo con mi pen lleno de vos.
Orlando Mario Soverchia- YoAmor 
DESICIÓN


Este día detuve mi transitar, casi vencido por el recorrido de mi vida,
esperé agitado que mi corazón se tranquilice, escuche mi razón y todo lo dijo.
Si no sabía de mi estupidez en dejarla ir y que duela,
pero también en retenerla, sabiendo que no me quiere.
Un intento para probar, es lo que pido, solo un intento.
Mis razones son muchas, como puede ser solo una.
Tengo sensaciones que no me dejan elegir, solo esperar.
Me detienen en su vida, paraliza mis sentidos, quita mis pasiones,
porque lo único y todo  que tengo, es un amor muy grande por ella.


Orlando Mario Soverchia- YoAmor

miércoles, 26 de octubre de 2016


  
                  LA VEJEZ


Hablar de la vida es muy difícil, porque ella misma es un enigma,
cada uno hacemos montones de vivencias, pasiones, caminos,
fabricamos el tiempo recorrido de nuestra propia existencia,
y siempre, cada momento tiene sus pro y sus contra.
El lapso de cada persona, lo lleva a configurar su propio ser,
Pero hay una situación que nadie la puede cambiar, es el final de nuestras energías,
es el ciclo más increíble del ser humano, y es cuando se llega a la vejez.
La vejez puede darte maravillas de estados emocionales,
como crueldades que nunca se entienden, provocando huellas profundas.
Ella es injusta, morbosa, no tiene piedad sobre la debilidad,
humilla, expone, maltrata con abuso y es desleal frente aquella juventud.
Enfrenta  miserias del ser humano, sin permitirle una nueva oportunidad,
Se dice que trae experiencias, pero responde  que ya son antiguas.
Te hace el centro de ser observado, cuidado y  por ello te hacen de lado.
No te hace de una opinión valedera, solo risueña por ser añeja.
También quita el derecho a la salud, complica cada miembro y lastima por fracción.
deja mendigando sobre todo lo que se ha creado y devuelve con pocos merecimientos.
Por eso, en este tiempo de mi tiempo, sigo en mi existencia,
respeto a mi muerte, pero sí temo, por esa vejez.

                         Orlando Mario Soverchia- YoAmor  

domingo, 23 de octubre de 2016

SUGERENCIAS


La vida me enseña, me cuenta, me deja ser, pero también me sugiere…
Y esta vez me sugiere, que encuentre a alguien para no estar solo.
Busqué entre los catálogos de posibilidades y de imágenes que aparecían,
Y la conciencia me sugirió, que eras tú la que tenía que estar entre las posibilidades.
Nos buscamos coincidencias, nos miramos en detalle, y cada uno sugirió conocernos.
Cada segundo de las horas, cada tiempo de los días, sugerían que decirnos y que observar.
Las miradas se cruzaron, la tuya se mostró conforme y la mía, con picardía.
La charla personalizada, fue una continuación de lo hablado días antes, cuando
contamos nuestras historias, narramos nuestras vidas, siendo el tiempo un verdugo de aquella noche.
Sugeriste que comamos algo, y tan pronto lo escuché, enseguida sugerí que cenar.
Los platos se posaron muy lentamente, las copas sugerían la bebida que debíamos poner,
llegó el momento del brindis, sugeriste por la amistad y yo sugerí por el amor.
Sonrisas y expresiones sugerían la atracción de ese instante fotográfico,
mis manos se estiraron, alcanzaron tus mejillas, me acerqué muy suavemente y sugerí que me besaras.
El hecho fue un torrente de ternura, esa carita sonrojada, sugería emoción descontrolada,
nuestros labios se mordieron muy suavemente, sugerían que había más deseo,
todo lo dejamos a los instintos, de a poco nada se interponía y nuestro sentir, sugerían más de todo.
Las sugerencias se prolongaban y se aceptaban, las caricias sugeridas ya se hacían sentir.
Los cuerpos desnudos sugerían tocarse sin frenesí, nadie intervenía ante esa ambición.
Y sin sugerirnos, sin preguntarnos, sin darnos cuenta ni por qué sucedió, nos encontramos abrasados.
Sugerimos volvernos a ver, cada uno dijo el motivo por regresar, cada palabra era sonrisa y alegría,
Y cuando ninguno de los dos quería separase de las caricias y besos, sugerimos volver a la locura de amor,
Para darnos cuenta que cada sugerencia de ese encuentro, fue la feliz sugerencia de ser el uno para el otro.

                       

                                                                    Orlando Mario Soverchia- YoAmor     

lunes, 10 de octubre de 2016

                                                                LA MUJER
                                                       

Hablar de la mujer es ser inconsciente, imprudente, tal vez, “un don nadie”.
Para mí, la mujer es sinónimo de vida; por ella nacemos, nos alimentamos, reímos, lloramos, sentimos calor y sabemos de nuestras necesidades. Por ella pensamos, nos enojamos, advertimos dolor,  nos sentimos hombres como especie, encontramos la razón de un porque, practicamos el machismo estúpido de la inconciencia. Para no sentirnos solos, por ella comenzó la guerra. Nos hace sentir pequeños y nos forja grandes. Porque nos sabemos inferior como linaje humano, competimos, y por consiguiente empleamos la fuerza; pero ella posee la más grande de las fuerzas, porque ostenta la perfección de fabricarnos sin error. Se muestra débil pero se sabe fuerte, se equivoca y nada le importa, la lastiman, sin embargo, sabe curarse y recuperarse, desaparece cuando quiere y se muestra en el momento justo. Tiene los tiempos repartidos para  cada instante de sus días, ama su fruto sin límites, lo atiende y deja su propio cuerpo al deseo, cuando ella lo pretende. Ella nos mira, nos elije, nos sonríe, nos habla y somos suyos. Nos hace sentir que decidimos, que sabemos de la vida y del poder, que somos por quien ellas suspiran… y la simpleza de su todo, nos regala esa creencia para dominar sin dominar. La mujer es la única que llora y ríe a la vez… Por parir a su hijo, por ser feliz, por sentirse enamorada, por estar nerviosa o sentirse amenazada, por pensar en un momento que no quiere encontrar y de alejarse de un amor que ya quiere olvidar. Por eso no alcanzan las razones y los porqués para  escribir sobre ella, tampoco el tiempo que se le debe dedicar, porque la mujer, tiene tanto para dar como tanto que sacar. Ella te hace un dichoso, maravilloso y hermoso macho, se sabe hembra, se encuentra en el medio de este mundo y tiene la dicha de estar triste y alegre, por la simpleza de ser mujer.


                                          Orlando Mario Soverchia- YoAmor    


sábado, 8 de octubre de 2016


 ESE MOMENTO


Me dejaste sorprendido al mirar tu cuerpo débil y desnudo.
Tu piel blanca y suave, se dejaba acariciar sin poner límites de tiempo
Mansamente movías tus piernas de un lado a otro, avergonzadas por mi mirada
Tus caderas jugaban entre mis manos seduciéndola a un poco más de todo
El tiempo se había detenido en ese maravilloso recreo de sensaciones
Mis labios acompañados por susurros de besos, hacían un coro con tus deseos
En un momento que no supe cuando fue, me encontré despojado de ropa igual que tú
Los dos abrazados, apretados, mirándonos a los ojos, lleno de avaricia por amar
Fue el momento que no imagine, soltaste mi cuerpo muy lentamente
Sin dejarme de  observar, fuiste buscando mi intimidad con tu apasionada y sensual boca
El momento se transformó en una hoguera de brujas hermosas, y desee morir junto a ellas
Ya nada importaba, solo era estar en ese fuego que tus labios me llevaban sin renunciar
Jadee, grité, suspiré una y otra vez, hasta sentir tus labios lamer todo lo mío,
Volviste a mis ojos, volviste a mis brazos, volviste a pedir amarnos una vez más.


Orlando Mario Soverchia- YoAmor      D/R

miércoles, 5 de octubre de 2016

 CUANDO SE CUMPLE AÑOS
                                                       

Cuando se cumple los años: siempre que seamos niños, estamos contentos por los regalos,
Cuando somos adolescente estamos ansiosos por ser más grandes, cuando somos jóvenes esperamos ser mayores, cuando somos grandes esperamos liberarnos de compromisos que nos dio la vida, cuando llegamos adultos nos ponemos nostalgiosos y cuando somos viejos queremos ser nuevamente niños. Cuando somos niños no sabemos de rencores, de adolescentes se puede sentir esto si alguien nos agrede, de jóvenes por algún amor que nos abandona, de grande por una mal negocio, de adulto por un problema de familia, y cuando llegamos a viejo todo lo perdonamos. Cuando somos niños amamos sin límites a nuestros padres, cuando somos adolescente amamos a nuestros amigos sin condiciones, cuando somos jóvenes amamos a un amor perdidamente, cuando somos grandes amamos incondicionalmente a nuestros hijos, de adultos a nuestros nietos y cuando llegamos hacer viejos amamos a la vida sin condición. Por lo  que hoy al cumplir un día más de vida, quisiera  sentir todo esas situaciones en un solo tiempo, para darme cuenta que la vida es una sola y no cuando sea viejo.


                 Orlando Mario Soverchia- YoAmor           D/R