lunes, 22 de septiembre de 2014



                                                CUAL FUE MI PRIMAVERA…

Estoy… estoy rendido a mi tiempo, sentado en un lugar cualquiera de mi mundo, contemplando la vida a mi alrededor, mis ojos perdidos en los vaivenes de la existencia misma, instintivamente, la palma de mi mano se recuesta en mi mejilla, dejando mi cabeza reposando los pensamientos, oh Dios… cuantos… se atropellan para querer llegar primero, pero todos tienen su tiempo, su lugar, su vivencia. La tarde de primavera canta su llegada, el colorido manifiesto, muestra la caricia de la vida en mi rostro, mi corazón con centelleos de sentimientos encontrados, todo es brisa, sol, bullicio lejano de seres viviendo el momento, este momento, mi momento, paralizo quejosas memorias, contemplo flores danzando por el canto de su cumpleaños, el perfume impregna mis neuronas, donde la mente pincelan paisajes de amores, el aura hace su música, los árboles bailan al compás de su danza, la naturaleza en plenitud retoza de un lugar a otro, como su propia libertad lo exige. Siento ruido a mi lado, casi sin darme cuenta lo ignoro, creyendo que es parte del instante que estoy palpando, pero un retoño con  bellos ojos grandes, celestes, pestañas largas y una carita angelical, yacía junto a mí, se inclina, me mira, una sonrisa dulce, pura y tierna , hace una pregunta… ¿estás solo?... una increíble figura de apenas cuatro añitos, colmó mis ojos, su cabellito rubio enrulado abanicando las expresiones, esperaba mi respuesta,  sonrió,  su cuerpecito movedizo tendió su manito sobre mi cabeza, recibió mi sorprendida sonrisa donde respondo un, sí… me quieres acompañar …! Sin repetirlo,  aceptó la invitación, su vocecita me arrolló con un, (¿y porque estás solo?... pequeña pregunta y que gran sentido… mi ser perplejo, al sentir que alguien con tan virgen pureza pudiera  sacudir mi estado… ¿quién era? ¿Porque aquí? Mi fortaleza debilita, mi vos casi cerrada y confusa, vuelve contestar, no… ¡solo no!, con mi soledad… ¡pero yo no la veo!!! Respondió, es que siempre está conmigo y nadie la ve. En ese momento se plasmó todas mis primaveras, de niñez, adolescencia, juventud, hombre y adulto, todo se fotografió en diferentes matices paisajes, de igual manera el interrogatorio apresurado con frescura y ansiedad, estaban en mis oídos, pero como un cumplimiento respondía casi de memoria ante la niñez. Todo era extraño, alguien me enfrentó en donde estaba… yo, sin saber que hacía ahí, comprobé que en verdad, ya no tenía primavera, serré mis ojos, una pequeña lágrima acompañaba mis párpados y un sensible revuelo me hizo saber, que mi pequeña compañía acudía al llamado de su juego. Su imagen la perdí en la distancia, traté de volver a encontrar, pero nada cerca existía, fue donde tal ser pequeño, no fue más que mi alma que nacía entre los recuerdos de mi vida. Nunca supuse que los sentimientos acumulados en mi alma, se desvanezcan o se alejen de mi corazón, para luego desesperadamente corra tras ellos, cuando toda una vida, busque mi lugar para amar.   
                                                  YoAmor