lunes, 4 de noviembre de 2013



                                     SALIR DE LA SELVA... Y PENSAR
Una tarde casi indescriptible por la bruma que rondaba  el día, casi fastidioso de donde me encontraba, escape del tormento del momento, sin prestar atención, me dirigí hasta que nada llegase  mi visión, solo unos  árboles, llanos con pastos y siembras, me baje como poder respirar lo que me parecía que me faltaba, por supuesto nada, solo el malestar se distendía y queriendo hacer lo que no quería hacer; Busque un árbol desparramé mi espalda en su tallo rústico y grueso, lo suficiente para que mi cuerpo se encuentre relajado, solté mis brazos caídos sobre el suelo  como si fuera una cama, donde todo se rendía, no pasó mucho el tiempo, me recosté en el suelo, fijando mi vista hacia la copa de ese árbol, cuando entre sus hojas se cruzaban los rayos y el resplandor salpicado del sol y por supuesto el silencio se acostó a mi lado, me dejó pensar, mirar lo que no veía, hasta lo que veía, como los pájaros me contaban de su vuelo y de su andar y venir entre árboles y lugares del suelo, donde supuestamente llegarían a su comida del momento, seguí mirando hacia un lado al otro y el silencio me empezó hablar, diciéndome que me acuerde de mi vida y lo escuche. Empecé con mi niñez desde que me acordaba entremezclada la sentí diría feliz, algunos inconvenientes y discusiones  entre matrimonios también llegaron a mis oídos, porque el silencio me dictaba lo que me olvidaba o no dejaba de lado nada que se pase de mi lectura, seguí más adelante cuando ya tenía algunas libertades de los amigos de juegos de travesuras y divertimentos, seguía mirando ese paisaje como si fuera un cuadro de pintura, al dejar mis ojos fijos y casi sin pestañar lo suficiente, cada instante que pasaba , sentía pasar por  un túnel al pasado y encontrar mis cosas desteñidas y otras con los colores naturales de la misma vida. Pasé por la pubertad con las prohibiciones y las picardías que en esos tiempos era un agravio, la adolescencia  ya empezaba hacer pestañar más mis ojos y como acercándose a la luz de ese túnel tan imaginario pero real comencé volver a la débil realidad en donde ya estaba viviendo y como, pero no quise dejar al silencio solo y lo seguí acompañando, moviéndome un poco de costado  tomé una pequeña rama que se encontraba a mi costado y sin darme cuenta comencé a escribir nombres , frases, palabras, realizando un grafiti tan  inmenso para mí alma y tan insignificante para ese lugar. Por un instante quise traer todo y entregárselo al silencio para que nada quede o sí dentro mío, pero que la nobleza de la naturaleza me sacó de la selva y me dejó pensar y hablar con mi propia vida hasta mis días. De un salto, desperté de un sueño hermoso y un mal me abrazó al darme cuenta que todo lo que había pasado fue un sueño de día, y darme cuenta que mi tiempo pasa, y nada pasa, nada quiero, y a la vez quiero que algo pase, me alcanza la madurez en pensamientos, reflexiones, comparaciones, con los tiempos que deberé
 enfrentar y darme cuenta que cada segundo de un suspiro se aleja la vida para que me valla recibiendo la tranquilidad, la torpeza, la incomprensión  de los más jóvenes, hasta darme cuenta que falta poco en esta larga y corta vida que me queda, por eso como una vez lo pedí a una persona… no me dejes solo, ahora se lo pido a Dios, NO ME DEJES SOLO Y PENSANDO.   
                                                             YoAmor